Cada mañana que voy camino al trabajo en la Zona Hotelera de Cancún, a lo lejos detrás de la laguna Nichupté, sonrío al ver el Secrets The Vine, y es inevitable el suspirar, y es que en algunos resorts tengo el gusto de haberme hospedado, pero éste es uno de esos que definitivamente puedo volver una y otra vez, y que además me trae gratos recuerdos.
Dos veces este resort ha sido testigo de un par de fines de semana inolvidables, y ha sido también cómplice de momentos hermosos, por ello platicaré un poco de mi experiencia al estar en ese bello resort de la cadena AM Resorts.
Hablar del trato y la calidad en el servicio es algo que caracteriza a los Secrets así como los de la familia AM Resorts, quienes hicieron todo lo posible por hacer de ambas ocasiones, algo único y memorable.
Hablaré entonces de algo que sin duda lo hace único; sus habitaciones, las cuales tenían la atención personal de un mayordomo. Al entrar a la Master Suite, habitación en la cual estuve la primera vez, me pareció hermosa, no podía creer la vista maravillosa del mar y parte de la zona hotelera que rodeaba la habitación, desde la cama se podía disfrutar de esa vista.
Un par de copas de vino, frutas y cortesías estaban disponibles para hacer más agradable el momento. Unos grandes ventanales permitían disfrutar del atardecer y las tonalidades azules del mar de Cancún. Una tina convenientemente ubicada entre la amplia cama y la vista del balcón, era el complemento ideal cuando se está bien acompañada. No imaginaba que llegaría a una suite tan bella.
La ocasión más reciente, en la cual celebré mi cumpleaños, fui recibida por un delicioso detalle en la Suite Opus, ni más ni menos que una de las mejores suites del Secrets The Vine, en el último piso, hermoso detalle para festejar mi cumpleaños 40, realmente estaba muy emocionada por cumplir años, lo que significa para mí llegar a esta edad, y el festejarlo de una forma significativa.
La suite es bastante amplia, la vista es majestuosa también, se podía ver la laguna Nichupté y el mar, disfrutar en el balcón de las puestas de sol como del amanecer y una buena compañía es algo memorable.
Como buena «coffeeholic» el saber que había cafetera en la habitación, y no cualquier cafetera, sino de café Nespresso, me confortó bastante, un café tan rico siempre es bienvenido.
Con ocho restaurantes y bares, de distinta variedad, desde hamburguesas y sándwiches para disfrutar a orillas del mar o la alberca, hasta platillos tipo gourmet , gastronomía italiana y cortes selectos, hacían un poco complicado el elegir en dónde cenar o comer, sin embargo lo más destacado es la gran variedad de vinos, si eres amante del buen vino, como yo, te sentirás en el lugar adecuado, pues éste es el tema del Resort: el vino. No es de extrañar que de pronto encuentres la uva del día en descuento, así como unas cenas maridaje exquisitas y exclusivas, que tuve la oportunidad de probar la primera ocasión que nos hospedamos. La asistencia de un sommelier experimentado está siempre disponible, para acompañar los platillos que elijas con el tipo de vino que mejor convenga.
Si procuras sorprender a tu pareja, estás en el resort adecuado, una manera maravillosa de hacerlo es con una cena en la playa, créeme es una experiencia increíble. Te contaré un poco; trabajé un tiempo considerable en la industria hotelera, fui testigo y cómplice de estas sorpresas -que curiosamente- los hombres eran los que tenían este tipo de detalles con su pareja. Cuando se acercaban a realizar reservaciones para una cena romántica y preparaban cada detalle de la misma, me preguntaba lo que se sentiría ser sorprendida así – sí, soy cursi de clóset -. Esta vez, la sorprendida fui yo, y si, es algo realmente hermoso. Mejor de cómo lo imaginaba. Sin duda se vuelve una experiencia de vida. ¿Qué mejor marco que un cielo estrellado, la luna, el mar y la suave arena?
Espero volver a disfrutar de otro fin de semana en este resort, no obstante otros Secrets me atraen, tal vez Secrets Maroma sea el siguiente destino, o Zoetry Isla Mujeres. Si es que no se atraviesa algún antojo coqueto cerca de Tulum. Lo importante es vivir cada momento y seguir construyendo hoy, el mañana que uno desea.
Lizzy Santoyo 